Este artículo es parte de una serie sobre cómo ir de “tengo ganas de emprender” a un pequeño emprendimiento en marcha, y más allá. Si no leíste los artículos anteriores, te recomiendo que lo hagas yendo al primero, que contiene un breve índice.
Ya hablamos de ideas, validación, mini planes de negocio, MVP’s, y co-fundadores… si todo este tiempo te estuviste preguntando de dónde sacar el dinero para financiar esta aventura que es emprender, prestá atención a este artículo.
Me gustaría empezar por intentar derribar un mito. Suele pasar que muchos aspirantes a entrepreneurs, luego de pasar todo el día leyendo TechCrunch, creen que el único/mejor camino a la hora de emprender es: Tener la Idea > Levantar Capital [1] > Desarrollar el Negocio > Exit. Este es solo uno de muchos caminos, y personalmente creo que es el camino más adecuado sólo en algunos casos. La realidad es que diferentes tipos de emprendimientos, combinados con diferentes situaciones personales de los fundadores, requieren aplicar diferentes fórmulas.
Bootstrapping
No es casualidad que en esta serie el artículo sobre financiamiento sea el último. Todo el proceso que venimos narrando, y para el cual tomamos como ejemplo un e-commerce de remeras básicas, puede ser llevado adelante con relativamente poco dinero. Entre dominio, una cuenta básica de Unbounce, una campaña razonable de AdWords para hacer la “prueba de humo” y el costo de dos meses de Tienda Nube (más AdWords extra) difícilmente superen los 400 usd. Fijate que todo esto tampoco requiere una enorme cantidad de tiempo.
Bootstrapping en inglés quiere decir lograr cierta tarea usando solamente los recursos existentes. “To bootstrap a startup” quiere decir desarrollar un startup sin obtener inversión externa… en español podríamos usar el término “a pulmón”. En la mayoría de los casos comenzar bootstrappeando es perfectamente posible, y de hecho vale la pena preguntarse: ¿Tiene sentido levantar 50.000 usd de capital semilla que probablemente no necesito, ni sé cómo voy a gastar, para comenzar a ejecutar una idea que a priori no sé si va a funcionar?
Si se tienen los recursos, empezar a pulmón es a mi criterio una de las mejores cosas que uno puede hacer. Fundamentalmente por los siguientes motivos:
Nos fuerza desde el día uno a generar ingresos cobrando por nuestro producto. Esta es una de las mejores formas de validar el concepto, entender si el modelo funciona y, si descubrimos que no funciona, cómo cambiar eso.
Nos obliga a cuidar más el dinero y no invertir en desarrollos enormes antes de haber validado las hipótesis que tienen que cumplirse para que esos desarrollos tengan sentido.
Nos ahorra todo el tiempo y foco que requiere levantar capital, y nos permite usar esos recursos en lo que de verdad importa, sobre todo en la primera etapa de todo startup: validar el modelo de negocios y luego empezar a crecer.
Empezar sin dinero de inversores no requiere que uno sea millonario y/o tenga enormes cantidades de tiempo libre. Podemos conseguir suficiente de esos dos recursos (tiempo y dinero) mientras cumplimos con nuestras obligaciones cotidianas. Si estás en la universidad tenés tiempo seguro. Si no tenés dinero ahorrado, podés invertir un semestre/verano en una pasantía o trabajo que te permita conseguirlo. Si trabajás seguramente tenés algo de dinero, y si tu trabajo es de 9 a 18hs, tiempo también. Dos horas por día después del trabajo/facultad + 3 horas los sábados y domingo te dejan 16 horas por semana… más que suficiente para empezar!
Financiamiento Externo
Hay veces que bootstrappear realmente no es una opción –o lo es durante una primera etapa pero llega la hora de acelerar el crecimiento del startup– y debemos mirar a fuentes externas de financiamiento. En este artículo voy a enfocarme en incubadoras/aceleradoras que se enfocan en startups dando sus primeros pasos.
Una aceleradora se caracteriza por tener un programa de desarrollo para startups medianamente estandarizado: en un momento dado abren las aplicaciones, los startups interesados se postulan y si quedan seleccionados acceden a un paquete muy similar para todos. Este paquete incluye espacio de oficinas, mentoría, acceso a una red de contactos muy positiva para el negocio y financiación. En este último punto es donde puede haber diferencias, habiendo startups que tengan que ceder un mayor porcentaje de sus acciones a cambio de la inversión que otras.
Algunas opciones que tenemos son:
Wayra – Inversión: 30.000-70.000 usd. Dónde: Principales ciudades de LatAm.
Nxtplabs – Inversión: hasta 25.000 usd. Dónde: Buenos Aires, Argentina.
Startup Chile – Inversión: 40.000 usd. Dónde: Santiago, Chile.
Todas son alternativas interesantes, cada una con sus pros y contras; la cantidad que invierte cada una no es lo único a mirar. Si estás pensando en postularte a cualquiera de estas incubadoras, nada mejor que sentarte a tomar un café con alguien que ya haya pasado por la experiencia y te pueda contar en primera persona cómo le resultó a él/ella.
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Por último, pero no menos importante…**
…si vas a salir a buscar capital, deberías preguntarte qué necesita ver un inversor para desembolsar el capital que le estás pidiendo. En general con lo que hicimos hasta ahora en la serie debería ser suficiente, al menos para una ronda de capital semilla. Lo importante es no ir con una hoja de papel, saber muy bien de qué estás hablando y tener pruebas empíricas de lo que decís. Ah, y tener claro para qué querés toda esa plata.. ¿en qué la vas a gastar? ¿por qué? Preguntarse esto es un ejercicio muy importante también para el emprendedor, para entender si realmente ahora es el momento de salir a buscar inversores.
Como dije al comienzo, cada caso es un mundo aparte. Yo personalmente me siento más a gusto con el enfoque de empezar bootstrappeando, empezar chiquito y crecer desde ahí. Luego, tal vez, cuando llegue el momento en que entendienda que el negocio funciona (y cómo funciona), decida salir a buscar inversores que inyecten capital para crecer ferozmente.
Y así llegamos al final de esta serie. En la próxima entrega publicaremos un post con un mini resumen de cada artículo y algunas reflexiones finales.
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Mientras tanto contanos: ¿Qué forma de financiación te resulta más atractiva? ¿Por qué?**