Continuing with the older posts we published last week, we would like to extend the debate about issues that concern us nowadays. Here you will see some ideas exposed by the selected participants!

Josephine Gustafsson
University of Uppsala
Suecia

In order to meet the challenge of environmental problems and climate change political and social change is needed. To take the step towards a more sustainable future for South America all societal actors must cooperate to make joint efforts. The political leaders must take their responsibility in designing efficient policy measures. In addition to this they need to emphasize the need for capacity-building in order to make individuals and corporations change their behavior and to avoid unsustainable business practices as well as ecologically hurtful life-style patterns. There is a current discussion on what actions can be taken from different societal actors to face the challenge of environmental degradation and within this new paradigm actors are required to take on new roles. Hence this essay aims to discuss the roles of different societal actors, focusing on the government and the corporations, in creating a sustainable future for South America and its people, and in becoming a proactive voice for sustainability within the global community. To illustrate the discussion concerning the corporations’ responsibility in such a development I have chosen to study the international corporation Skanska’s operations in Ecuador. I find that it is necessary to work coherently with governmental policies as well as encouraging corporations to assume a broader corporate responsibility. This process must be conducted in a transparent way, where corporations are also part of the discussion of how self-regulation can develop into a long-term commitment for creating a sustainable future for South America.

Natalia Patricia Copello Barone
Universidad Nacional de Córdoba
Argentina

El presente gira en torno al análisis de ciertos indicadores que debemos advertir y trabajar si queremos lograr el pleno desarrollo, en este mundo de constante cambios en el que nos vemos insertos. En este sentido cabe advertir que no puede pensarse una industria sustentable, ni un desarrollo eficaz sin educación, y es éste el eje fundamental del presente ensayo. Este mensaje va más allá de meras fórmulas económicas para producir más y obtener ganancias, sino que se detiene en la base de toda sociedad, de toda industria: el elemento humano. Ya que el adquirir y forjar el capital humano constituye una fórmula que si se desarrolla en los cimientos de una sociedad organizada traerá aparejado grandes beneficios.

Julian Insausti Daier
Universidad Nacional de Rosario
Argentina

Es muy común oír hablar de los “nuevos” desafíos que se enfrentan para mantener el orden social en un mundo globalizado, pero para los países menos desarrollados todavía es necesario resolver un “viejo” desafío: el de combatir el egoísmo para lograr la participación social a través del compromiso de los sujetos de modo de mejorar la convivencia en comunidad y, así, mejorar su propia situación.

El recurso para aumentar los beneficios propios es dejar de lado el egoísmo y esto se logra sólo mediante la educación, lo que plantea un desafío para los educadores que no sólo deberán transmitir destrezas lógicas y conocimientos sino educar las emociones para lograr valores más fuertes de compromiso con el otro logrando así la participación, no sólo en beneficio propio sino por el bien general.

Se hace absolutamente necesario comprender que a diferencia de lo muchas veces dicho de que el bienestar individual trae aparejado el bienestar de la comunidad lo que sucede es lo contrario: sólo el bienestar de la comunidad puede traer el bienestar individual. Y ese bienestar común no hay manera posible de lograrlo sin educación.

Es así como se logra la transformación de individuos jóvenes y egoístas en ciudadanos con conciencia de los demás. Y es así como la educación se transforma en el principal componente de la democracia, entendiendo que ningún sistema económico que pretenda generar orden y bienestar social podrá tener éxito si los actores que en él participan no lo hacen desde la ética y la responsabilidad.

Analía Lourdes Pastrán
Universidad Católica de La Plata
Argentina

Siempre tuve especial interés en conocer por qué algunos países con menores recursos naturales pudieron llegar a ser grandes potencias, cuando en el ideario colectivo se presupone que dicha variable es condición necesaria para el desarrollo de una Nación.

Y la conclusión que me permito adelantar, ha sido que dichas naciones siempre tuvieron como pilar fundamental su sistema educativo.
Es primordial entender que el gasto en educación es, en realidad, una inversión, cuyos resultados no se verán inmediatamente, pero que, cuando se manifiesten serán magníficos para la sociedad y el Estado.

Federico Perazzo
Universidad Tecnológica Nacional
Argentina

El crecimiento mundial tanto de países desarrollados como no, ya no puede depender de un recurso no renovable como lo es el petróleo, por mucho más tiempo. No solo por la escasez del mismo sino también por el daño que está causando y ya causó al medio ambiente en general.

Es desde este punto que surge la necesidad de desarrollar una energía renovable cuya aplicación no está tan difundida pero que tiene un potencial en el futuro más que interesante. Esta es la energía en base al hidrógeno.

Y para el desarrollo del mismo como nuevo combustible, además del desarrollo de tecnología de aplicación y de los altos mandos de las naciones para favorecer la inversión, se precisa de un elemento fundamental. Este elemento es el cambio de cultura a una “sociedad pensante”. Y de este término cada uno de nosotros somos responsables para tomar conciencia, enfrentar los desafíos y así llevar a la aplicación esta visión de una matriz energética, sustentable, renovable, con distribución equitativa para todos que sepa capaz de soportar el crecimiento continuo del desarrollo de la economía mundial.

Mariana Gómez Rios
Universidad Nacional del Sur
Argentina

Es necesario redefinir los conceptos de la economía y el desarrollo para llegar a un equilibrio en la distribución de lo recursos y la energía existente en el planeta. La producción sería en este caso no de acumulación, sino de la de producción de los bienes necesarios para el bienestar físico, cultural y espiritual de los seres humanos. La energía, sería la necesaria para la vida. Empezar a cambiar nuestro modo de vida, si queremos salvar al planeta y la vida en el planeta debemos empezar a curarnos de nuestra dependencia.

Es necesario un cambio en lo hábitos de consumo. Reducir, reciclar y reutilizar. Valorar lo que la naturaleza nos provee para evitar el derroche y el desperdicio.
La eficiencia energética se refiere a un concepto de optimizar la energía existente para producir el efecto deseado.

La energía necesaria para nuestras actividades deben ser en lo posible de fuentes locales y renovables de energía como paneles solares, células fotovoltaicas, energía eólica, energía hidráulica, biogas, biocombustibles a escala local, energía geotérmica, y por último cuando ya no hay más, de fuentes no renovables.

Mientras más materiales locales utilicemos, evitaremos la importación desde grandes distancias ahorrando muchos recursos energéticos.

La arquitectura y las edificaciones deben responder a criterios de ahorro energético y a la captación de energía solar, captación de luz natural en todas las habitaciones durante el día.

Debemos trabajar juntos con el apoyo de las fuerzas de la naturaleza en preservar el equilibrio ecológico y el bienestar de todos. La economía debe estar regida por las leyes naturales.

David Bastidas
Universidad Austral
Argentina

La búsqueda de poder, ya sea económico, político o social, ha llegado a desplazar o suplantar los valores morales que deberían determinar la conducta humana. El hombre actual presenta una clara tendencia a la individualización. Para muchos, la búsqueda del bien común resulta hoy un objetivo tan utópico, que prefieren buscar el bien de su entorno más cercano.

De tal forma, parecería que la mayoría de la gente no actúa hasta no ver afectada alguna parte de su realidad más cercana. Sería interesante, siguiendo esta línea, descubrir las maneras de influir o producir un cambio político y social que modifique las costumbres y los malos hábitos de la sociedad; que más que ser indiferentes ante las buenas iniciativas, resultan perjudiciales.

La invitación a cuidar el planeta para nuestros hijos es frecuente, el problema es que aún después de decirlo solo algunos lo efectivizan en acciones concretas. Parece atractivo, entonces, hacer que la transformación de la realidad y las condiciones climáticas sea parte de lo que la gente considera como su propio bienestar; de ser necesario, implementando medios que permitan forzar a una nueva costumbre que con el paso del tiempo pueda convertirse en un patrón de comportamiento más similar a una cultura.

En función de esto, es necesario delinear a nivel macro y micro, políticas de desarrollo sustentable, donde se cambien las reglas de juego (legales y económicas) para empresas y particulares, de forma que se busque reevaluar sus proyectos e incluir el impacto medioambiental entre sus variables a minimizar.

Juan Ignacio González Bonino
Universidad de Belgrano
Argentina

-Hola Rogelia
-Hola Norita ¿qué tal el nuevo nido al que te mudaste?
-No sabés Rogelia! un horror… han construido una fábrica al pie del cerro, vení que te muestro…

Con un diálogo entre dos simpáticas loritas, doy comienzo en este ensayo a exponer algunas soluciones que posibiliten un cambio en el modelo socio-económico en el que nos hayamos sumergidos.

Nuevas formas de empresa, en las que sus propios desperdicios son reconvertidos en materias primas, acompañadas de actitudes políticas que las impulsen y ciudadanas que las beneficien son simplemente el puntapié inicial para llevar a cabo una reconversión de nuestra sociedad y poder alcanzar así un nivel de vida digno y sostenible en el tiempo para toda la población, siendo esta último el gran desafío que nos aguarda a las actuales generaciones de Latinoamérica, en donde la diferencia de clases se ve acrecentada por la mala explotación y desigual distribución de los recursos y la falta de acceso a ellos en las clases mas bajas, siendo éstas las más afectadas por las consecuencias del cambio climático.

**Ingrid Urman
**Universidad de Buenos Aires (UBA)
Argentina

La era 2.0, con modelos basados en la colaboración, cambia radicalmente la concepción del mundo. A través de la educación, el acceso a los medios de información y comunicación, las relaciones intersubjetivas, ya sea entre individuos, grupos o sociedades enteras, se transforman y adquieren mecanismos y reglas propias. ¿Es entonces el fin de las diferencias y el comienzo de la era del progreso en condiciones igualitarias? ¿O por el contrario, es la exacerbación de las brechas que separan a individuos y colectividades entre sí, tornando el mundo aun más inequitativo?

El ensayo busca analizar estas preguntas, desde la visión del management 2.0, entendiendo el impacto y oportunidades para América Latina.

Gonzalo Huertas
Universidad de Buenos Aires (UBA)
Argentina

Over the next 30 years, Brazil, Russia, India and China –the BRIC economies- could become a paramount force in global politics and trade relations. These four countries have recently emerged as some of the hottest names on investor’s schedules, international research institutes and first world agendas. Unsurprisingly, the growth in interest regarding BRIC countries has led to a number of important deals outside the scope of the world’s leading superpower: The United States of America. While the latter’s power declines, these former four expand their spheres of influence around their regional neighbors, building local power bases that could very well reshape the world’s economic (and therefore political) spectrum in the near future. The most promising of the BRIC countries, the People’s Republic of China, is also expected to surpass the US’ GDP in less than 20 years, and is set to become a new world superpower meant to tip the scales in favor of a two-edged balance.

The report “Towards the Bipolar World” provides a snapshot of the global business model and analyzes its future, including forecasting the US’ main competitor and their likely relations, while highlighting the other three BRIC countries’ roles in regional hegemony. It also examines the key organizational and infrastructural challenges smaller economies are likely to face in the brink of the bipolar order, and outlines the necessary steps and considerations that can help navigate around them.

Javier Iván Nanni
Universidad Torcuato Di Tella
Argentina

El capital humano es un factor fundamental en el desarrollo de cualquier sociedad. Resulta raro, entonces, que desde hace tiempo los sistemas educativos estén en crisis en varios países del mundo, desde Argentina hasta Estados Unidos. Ante dicha situación, uno no puede dejar de preguntarse qué es lo que está pasando con las escuelas y cuáles son los problemas a resolver. En el ensayo pretendo abordar algunas cuestiones que, creo, no pueden ser dejadas de lado.

La primera es cómo se enseña. Parece increíble que en el Siglo XXI el método por excelencia siga siendo memorizar información: la educación es mucho más que eso. Luego, analizo la escuela desde el punto de vista de los chicos. El pobre sistema de incentivos que constituyen las notas debería ser revisado. No tengo dudas de que la motivación por aprender puede y debe ir mucho más allá de aprobar. Debería ser esencialmente intrínseca: aprender por el hecho (y el placer) de adquirir conocimiento. Los ritmos son otro punto importante. ¿Cómo podemos pretender que la educación estandarizada siga funcionando? La era industrial quedó atrás, y es hora de recordar que la gente es diferente: aprende de forma distinta y a diferentes velocidades.

Los sistemas educativos deben ser reformulados. En el siglo XXI, la enseñanza debería ser desmasificada y personalizada, los contenidos flexibles y el aprendizaje autónomo. Creo que este es un debate que debemos darnos, pues la suerte de las naciones, hoy más que nunca, dependerá de la educación de sus ciudadanos.