Desde el 28 de Enero hasta el 1 de febrero, se llevó a cabo la 39° edición del Foro Económico Mundial (World Economic Forum – WEF) en la ciudad de Davos, Suiza. La conferencia tuvo como tema central “Shaping the Post-Crisis World” y estuvo signada por la crisis financiera y económica mundial, el conflicto en Medio Oriente y la “luna de miel” del Presidente Norteamericano Barack Obama.
Por recomendación de Victoria Brandi, leí una nota publicada por el diario La Nación, en su edición del 29 de enero, donde rescata una fuerte declaración del magnate George Soros: “El problema es mayor al del 30”, haciendo referencia a la Gran Depresión. Más allá de las similitudes y diferencias que los especialistas remarcan, esta frase da lugar para analizar dos factores: su posible duración y el riesgo de aplicar impuestos a las importaciones.
Por un lado, más allá de estar sufriendo las consecuencias de una crisis que nació en el corazón del sistema, la incertidumbre acerca de cuánto durará esta crisis está extendida. La idea de sólo pensar en revivir una década de depresión, en un contexto tremendamente globalizado, resulta aterradora.
Por otro lado, la sombría figura del proteccionismo económico, que podría profundizar las consecuencias, es para la ministro de economía francesa “un mal necesario”. Estados Unidos tiene planeado introducir el “Buy American” en la adquisición de aceros y la India advierte que reaccionará con la misma política frente a las barreras al comercio internacional.
Esperemos que los debates ocurridos en Davos hayan sido propicios en pos de continuar con una acción conjunta eficaz, y que la coyuntura nos encuentre en una mejor situación para la próxima reunión del G20.