La tercera plenaria del SABF 2011 fue protagonizada por** Manuel Alvarez Trongé, director del Proyecto Educar 2050**. Para introducirnos en la temática, Alvarez Trongé nos invitó a reflexionar respecto a qué entendemos por educar. Mediante la educación podemos dirigir, encaminar y mejorar la vida de un semejante, no sólo por transferencia de conocimientos sino por elaboración propia de quien la recibe.** Educar supone una convicción, requiere pasión, ganas de ayudar, perseverancia, esfuerzo y humildad, generando el perfeccionamiento humano.**
Convencido de que para construir una sociedad mejor necesitamos partir de la realidad, nos introduce a testimonios y casos prácticos donde el Proyecto Educar 2050 ha estado trabajando. Aquí, se partió de una enorme brecha entre las clases sociales y desigualdad en la distribución de recursos. Entonces, decidieron tomar esta realidad como una oportunidad para trabajar: visitaron comunidades y denotaron el fenómeno de las escuelas que ocupan un lugar mucho más amplio que en años anteriores: las escuelas hoy son también hogares, cocinas y espacios de agrupamiento y recreación. Entre los proyectos realizados, entremezclados con los conflictos propios de las circunstancias, se destaca la instalación de agua potable y electricidad, pintura y nuevas salas y becas para secundarias, entre otros.
Desde la Fundación, están convencidos de que la práctica enseña mucho y es una experiencia de la cual se puede sacar un buen provecho. Sin embargo, el conocimiento de la realidad no deja de ser indispensable para poder focalizarse y enfrentar, eficientemente, los problemas que hoy nos aquejan. Por ello, los participantes observaron ciertos datos situacionales en Argentina: mejoras e inconvenientes, entrelazados, que nos demuestran que, a pesar de los esfuerzos y las iniciativas, los problemas en calidad educativa persisten.
A modo de conclusión, el disertante nos invitó a comprometernos y presentar propuestas innovadoras actuando de manera activa como jóvenes. Estamos al tanto de los problemas y la realidad: es hora de actuar y enriquecernos, mutuamente, a través de la educación. Debemos convencernos de que la cuna debe dejar de ser el condicionante para un futuro mejor: es hora de exigir y reclamar una buena educación.