El último día del SABF inició con una clase de tango y los #SABFGames, espacios de espíritu lúdico que invitaron a los participantes a en diferentes sentidos: juegos de preguntas y respuestas en equipo y un desafío especial, el eggnology. El objetivo fue generar un ambiente distendido para que los participantes pudieran interactuar, mientras trabajaban en equipo para resolver problemas de varios tipos.
Marcos Peña, Jefe de Gabinete de Ministros del Gobierno de la Nación Argentina, presentó la primera plenaria de la mañana. Al iniciarla, destacó la posibilidad que tuvo de viajar por el mundo cuando era un joven estudiante de Ciencia Política y a partir de esto, señaló que hay una diferencia clave en la nueva generación que está llegando al poder, que “piensa globalmente y entiende que el mundo es parte de la solución y no el problema”. En el caso de Argentina, hay otro factor interesante: “Por primera vez en nuestra historia llegamos al poder personas que votaron desde jóvenes”, resaltó. Estas características influyen en el modo de encarar las soluciones a los problemas de la sociedad. Peña decidió asignar la mayor parte del tiempo a preguntas de los participantes, que abarcaron temáticas coyunturales y de la realidad argentina, además de su propia trayectoria política y profesional.
Por la tarde, llegó el espacio de Dalia Mogahed (Directora de investigación – Institute for Social Policy and Understanding), quien comenzó su presentación interpelando al público: “¿Qué piensan cuando me ven?”. Se definió entonces como una mujer que practica el islamismo, pero contrariamente al “born this way” de Lady Gaga, lo hace por decisión propia. Eligió “usar un pañuelo en su cabeza”, porque entendió que la moderación es el modo de la religión y no la radicalización, lo que grupos como el ISIS (Estado Islámico) tratan de destruir. Refiriéndose al caso concreto de la política calificó a Donald Trump como un empresario que generó un producto para todos los desencantados con el sistema. Sin embargo, opinó que lo preocupante no es el “producto” Trump, sino el oxígeno que lo alimenta, resultado de una conjunción de factores: la aceptación a la conformidad, al autoritarismo y a los prejuicios, generados por el miedo y la islamofobia.
Hubo lugar entonces para criticar el rol de los medios de comunicación, que no exponen la realidad cruda de su propuesta sino que se quedan apenas en entrevistas suaves, que no comprometen al candidato republicano. La sociedad necesita cooperación y cohesión entre personal a nivel de consciencia, pero la alternativa no es la asimilación forzada. Se necesitan individuos que se conviertan en embajadores de cambio para amalgamar las distintas perspectivas.
Hacia el final del tercer día, se realizó el SABF Manifiesto. Bajo la filosofía de sintetizar los temas e ideas discutidos durante estos tres días, los participantes realizaron un ejercicio siguiendo la modalidad de World Café. Discutieron sobre diversos temas: la crisis de refugiados, emociones, prejuicios, terrorismo y fanatismo, acceso a internet, gobierno, educación emocional y soluciones tecnológicas. A medida que sucedían las discusiones, los participantes fueron escribiendo sus ideas y contribuyendo a generar inteligencia colectiva. Ésta será recolectada en un documento que resumirá lo logrado durante la 12ma edición del SABF.