En vísperas de la sexta edición del South American Business Forum, les propongo hacer un ejercicio de memoria, y recordar parte de lo planteado en la edición 2009.
Hace un año, la consigna durante el encuentro fue “Nuevos Paradigmas, Nuevos Desafíos”. Entre los debates que se generaron, la diferencia entre los paradigmas viejos y los nuevos tuvo un lugar primordial.** ¿Estamos realmente en presencia de “nuevos paradigmas”, o simplemente aggiornamos los viejos para seguir en la lógica de las ideologías de antaño?**
En nuestro país, es políticamente incorrecto mencionar lo que en realidad es un secreto a voces: las instituciones de gobierno están basadas en la historia anterior a nuestra democracia en pañales. El principio maquiavélico “Divide y reinarás” tiene de rehén a la historia latinoamericana.
Sin embargo, cada vez es más difusa la separación ideológica. Por ejemplo, en la política argentina cada vez es más difícil diferencia al peronismo del radicalismo. ¿Será entonces que el Peronismo como institución está muerto, porque el Radicalismo también lo está? ¿Será que las oposiciones por ideas de base llegaron al fin de su era? ¿Qué nos diferencia ahora? ¿Los objetivos? ¿Tiene sentido seguir usando etiquetas ideológicas? De ser así, ¿Cuáles son los verdaderos paradigmas de esta nueva década?