En casi todos los países de América Latina, y Argentina no es la excepción, existe una gran segmentación del mercado laboral. Esto implica que poder migrar de un empleo informal y/o poco calificado a un empleo formal y/o profesional que signifique mayores ingresos es muy complejo, especialmente para las personas de más bajos recursos.
De acuerdo al Barómetro de la Deuda Social de la UCA, entre 2007 y 2011 en Argentina el porcentaje de población económicamente activa con empleo pleno de derechos pasó de 46,3% a 44,8%, la desocupación de 9,3% a 9,1%, el empleo precario de 37,1% a 34,9% y el subempleo inestable de 7,3% a 11,2%. Se evidencia de este modo la persistencia de un sector informal (que en 2011 alcanzó al 48,2% de los ocupados), así como la heterogeneidad de la estructura productiva y las limitadas posibilidades de acceso a un trabajo decente, generando mayor exclusión de los sectores más vulnerables de la sociedad.
En este contexto, muchas personas optan por emprender. Los microemprendimientos se convierten así en una alternativa de empleo viable y atractiva para los trabajadores y sus familias, que ponen en actividad su principal recurso, el trabajo. Desde comenzar a fabricar y comercializar un producto hasta ofrecer algún servicio, toda habilidad puede convertirse en un microemprendimiento. Con este tipo de iniciativas, además de generar nuevas fuentes de ingresos, se fomenta la participación, la integración social y el empoderamiento para el desarrollo de una sociedad más equitativa.
¿Cómo emprender?
Pablo Aristizabal, creador de competir.com, dice que “Emprender es transitar por el fascinante estado de hacer que las cosas sucedan y es obra de una causalidad: tratándose de un estado, podemos aprender a crearlo y recrearlo. Emprendedor se hace, no se nace.”
Si bien no hay una receta fija para el éxito, hay algunos aspectos claves para lograr que un emprendimiento funcione adecuadamente:
1) Constancia: Un emprendimiento requiere de tiempo. Es un camino largo, donde los resultados van de menor a mayor, y donde van a ir apareciendo momentos mejores y peores. Para eso es fundamental la constancia, continuar dedicándose con muchas energías al emprendimiento pase lo que pase.
2) Tolerancia al fracaso: Muchas cosas pueden resultar muy distintas a como las habíamos planeado. En este caso es fundamental no bajar los brazos, y seguir trabajando en sobrellevar las posibles frustraciones. Con tiempo, trabajo y esfuerzo, los buenos resultados van a llegar.
3) Registrar: Es fundamental saber qué está ocurriendo con el negocio. ¿Estoy cobrando muy barato? ¿Estoy generando ganancia? Una cosa es lo que uno piensa, y otra lo que nos dice la realidad. Cualquier buena decisión requiere saber cómo vienen los números del negocio.
4) Reinvertir: La única manera de que el emprendimiento crezca es reinvirtiendo las ganancias, sobre todo cuando el emprendimiento está comenzando. Si las ganancias del emprendimiento se gastan en otras cosas, posiblemente nos encontremos al otro día sin el dinero suficiente para seguir abasteciendo el negocio. Una cosa que suele ayudar es separar la economía del emprendimiento de la economía del hogar.
5) Organizarse: A diferencia de un trabajo en relación de dependencia, el emprendimiento depende pura y exclusivamente de uno. No hay nadie que esté controlando si cumplís o no con los horarios. Esto puede hacer que otras cuestiones cotidianas ocupen el tiempo que debería dedicarse al emprendimiento. Para eso es importante organizarse la semana, asignando tiempos fijos para dedicarse exclusivamente al emprendimiento.
6) Promocionarse: ¿Ya está en marcha el emprendimiento? Ahora hay que darse a conocer. Contárselo a conocidos, familiares, vecinos. Repartir volantes, poner carteles. Que todos en el barrio sepan que hay un nuevo emprendimiento en marcha.
7) Arriesgarse: Siempre es bueno probar nuevas oportunidades, pero estar dispuesto a cambiar, innovar, buscar, significa también estar dispuesto a correr riesgos. Por eso, es importante ser flexibles ante las distintas circunstancias.
8) Capacitarse: Es muy importante incorporar conocimientos y adquirir nuevas herramientas que permitan gestionar adecuadamente mi emprendimiento.
Emprendedurismo en primera persona
Previo a la crisis del 2001, Liliana Herrera, vecina de Los Troncos del Talar, vendía ropa por catálogo en forma esporádica, para poder generar un ingreso más en su hogar, ya que el sustento principal provenía del trabajo de su marido. Sin embargo, la crisis afectó fuertemente a su familia, dejando a su marido sin trabajo y cinco hijos que alimentar. Frente a esta situación, Liliana tuvo que buscar alguna estrategia para poder sacar adelante a su familia y es allí cuando se decidió a emprender.
En el año 2002 Liliana se acercó a la Asociación Civil Mujeres 2000 y obtuvo su primer crédito para iniciar su emprendimiento de compra-venta de ropa.
Luego de 10 años de trabajo, esfuerzo y mucha dedicación, Liliana logró superarse a si misma y hoy cuenta con 5 locales en un paseo de compras, siendo su emprendimiento el principal sustento de su hogar.
En sus propias palabras, Liliana nos cuenta como influyó en su emprendimiento el seguimiento y la capacitación que recibió a medida que su emprendimiento fue creciendo.
“Al principio, no creía que fuese necesario saber cuánto vendía por día, cuanto ganaba, o llevar un registro de todo lo que vendía y compraba. Pero gracias a la ayuda de Mujeres 2000, me di cuenta lo necesario que es, y hoy en día me sirve para planificar y llevar adelante el negocio.
Los coordinadores (voluntarios) me ayudan a darme cuenta de muchas cosas, desde lo más simple hasta lo más complejo. Al principio no sabía calcular mi stock ni mi capital invertido pero semana a semana fui progresando, y hoy lo considero como algo clave.”
En 2010 Liliana fue ganadora del primer Premio al Microemprendedor del año en la categoría Servicios, otorgado por el banco Citi, Fundación Andares y La Nación. El año siguiente, se convirtió en jurado de ese mismo premio, y en 2012 fue invitada como conferencista al Seminario sobre mujeres emprendedoras organizado por Endeavor Uruguay. El espíritu emprendedor de Liliana, sumado a la capacitación y el apoyo necesarios, lograron grandes cambios para ella y para su familia.
Impacto del programa desde la perspectiva de un voluntario
Nicolás Berneman es voluntario del Programa de Microcréditos para Emprendimientos de Mujeres 2000 desde principios de 2012. En su rol de coordinador, asesora a mujeres emprendedoras del barrio de Los Troncos, acompañándolas en la mejora constante de sus emprendimientos, y en la adquisición de nuevos conocimientos. En este breve testimonio, Nico nos cuenta porqué es importante emprender.
“Lo mejor de llevar adelante un emprendimiento propio es que tiene un gran impacto en la vida de las emprendedoras y en todo su entorno. Por un lado está el beneficio económico, el más visible; ganar dinero para alimentar a la familia, para las zapatillas de los nenes, los útiles e inclusive para refaccionar la casa, agrandar los espacios, construir un cuarto, la cocina, el baño, etc. Pero a la vez, un impacto muy profundo recorre a la emprendedora, pasando por la familia y alcanzando al resto de la comunidad.
El llevar adelante un emprendimiento genera una gran satisfacción a nivel personal. Representa el sentirse independiente, el darse cuenta las capacidades que uno tiene –y que hasta ese entonces desconocía por completo. A la vez, es un gran ejemplo para el resto de la familia. Los hijos ya no ven a su madre en un rol pasivo, ahora la madre decidió ser la protagonista de su vida. Cambió su manera de enfrentar la vida y decidió dejar a un costado sus condicionamientos, enfrentar las distintas circunstancias y dificultades que ocurren a diario. Decidió salir adelante, decidió desarrollarse.”
El trabajo de la Asociación Civil Mujeres 2000
La Asociación Civil Mujeres 2000 trabaja hace 13 años en barrios de bajos recursos de la zona de Tigre y San Fernando brindando microcréditos para emprendimientos y capacitación en gestión de negocios. Se busca que, desarrollando emprendimientos eficientes y sustentables, las beneficiarias logren mejorar su calidad de vida y la de sus familias.
El trabajo de Mujeres 2000 se destaca por el seguimiento constante que reciben las beneficiarias y sus emprendimientos. Este seguimiento implica, entre otras cosas, analizar y monitorear la “salud” del emprendimiento, para identificar estrategias o acciones realizables a corto plazo, brindar ayuda en la registración que conlleva gestionar un negocio, e intentar identificar posibles amenazas para poder superarlas u oportunidades para poder aprovecharlas.
Como contactarse con Mujeres 2000
Para colaborar con nuestros programas, ya sea como voluntario o como donante individual: info@mujeres2000.org.ar – (011) 43816438 – www.mujeres2000.org.ar.
Autores:
Martina Amengual
Nicolás Berneman
Ignacio Dupuy