Fawumi Kehinde Olayinka participó en la 6° edición del SABF en el 2010, y fue un delegado del SABF en la 7° edición. Él es de Nigeria, y estudió Ingeniería Informática en la Universidad Obafemi Awolowo y nos brinda su visión de la temática del SABF 2011.

En este ensayo deseo transmitir las tendencias locales y globales que nuestro sofisticado sistema socioeconómico esta sufriendo y la necesidad urgente de combatir las amenazas, o mejor aun, prepararnos para sus consecuencias.

Vivo en un país, como muchos países en vías de desarrollo, donde varios predicamentos inaceptables e inexplicables conviven con suficientes recursos potenciales para resolverlos. Cincuenta años después de haber obtenido la independencia de los británicos en 1960, Nigeria se encuentra en la mitad de una transición de un país pobre en desarrollo a lo que en 40 años será el quinto país más grande del mundo. Como una infección de leucemia, la explosión demográfica creará una enorme presión sobre los sistemas económicos, sociales y políticos del país. Además, Nigeria está en el umbral de lo que bien podría ser la mayor transformación constructiva de su historia, o la incidencia más cruel en sus sistemas. Sea lo que fuese, nuestras decisiones y estrategias para la gestión socioeconómica de capital y recursos humanos facilitados a través de un liderazgo político objetivo lo determinaran.

Una similitud de esta tendencia existe en la mayoría de los países en vías de desarrollo en África y más allá. Por progresiones económicas, antes del año 2030 el 80% de los países en vías de desarrollo en el mundo van a haber superado su capacidad de auto-sustento.
Entonces, ¿Cómo podemos convertir esta situación potencialmente desastrosa de incertidumbres exponenciales en una ventaja? ¿Cómo debemos planificar su trasfondo?
En primer lugar, es vital que los países en vías de desarrollo aumenten la productividad de las capacidades intelectuales que abundan. En esta búsqueda, debemos invertir en soluciones cualitativas en vez de desperdiciar los escasos recursos en las cuantitativas. Debemos hacer personas emprendedoras en vez de hacer recursos (perecederos) para las personas. Y para lograr esto tenemos que aprovechar tres enfoques pertinentes: 1. revisión estratégica de nuestros sistemas educativos con el fin de reducir la brecha entre el estilo de aprender a pasar de la educación y aptitud técnica, y capacidad empresarial y social equilibrado; 2. intervención metódica del sector privado para desempeñarse activamente en el desarrollo de nuestros sistemas; y 3. creación de empresas sostenibles tanto en establecimientos públicos como privados. Los empresarios deben mantener una mente de negocios con relevancia social mensurable/ apreciable, o al menos, de desarrollo del capital humano.

En segundo lugar, debemos garantizar un desarrollo socioeconómico sostenido a pesar de la incertidumbre de las próximas décadas a través de la optimización eficaz del uso de los recursos y un cambio de paradigma en nuestros razonamientos para la creación de empresas. Habrá una necesidad de la intervención de estrategias de negocios y economistas para especificar e implementar metodologías pragmáticas que resultaran en esta propuesta. En su propuesta, el paradigma de percibir a los negocios como un esfuerzo de creación de valor debería reemplazar a la mentalidad de lucro.

¿Por lo tanto los negocios no deberían preocuparse por obtener ganancias? Absolutamente No! Pero las ganancias no deberían constituir la base de la creación de empresas. Un nuevo descubrimiento no esta en ver nuevos paisajes, sino en tener nuevos ojos.

En conclusión, nuestras situaciones socioeconómicas y políticas no serian lo que hoy son, en un futuro cercano – será peor, salvo que grandes saltos sean creados para la fundación de cambios que esperamos vivenciar en la próxima generación. No necesariamente necesitamos nuevas estrategias, sino adaptar soluciones prosperas para atender las peculiaridades de nuestra situación socioeconómica. Tenemos que ser mucho más creativos que antes! Se dice que la mejor manera de predecir el futuro es crearlo. De este modo, la responsabilidad recae en todos nosotros de actuar ahora para crear el futuro que queremos ver. Si estas dispuesto a esperar una eternidad deseando que las cosas sean mejores, que te vaya bien. Yo voy a continuar enfrentando los desafíos de nuestros tiempos exponenciales hasta que vea el cambio que nuestro mundo se merece. ¿Vos qué decís?