Martes 24 de junio. Mundial Brasil 2014. Minuto 79. Uruguay e Italia se disputan un lugar en los octavos de final de la Copa del Mundo. De pronto, sucede algo que dará vuelta al mundo. Luis Suárez, la estrella de la selección uruguaya actual y uno de los mejores jugadores del mundo, le da un mordisco al italiano Giorgio Chiellini. El juego sigue, dos minutos después Godín marca el único gol del encuentro y estampa la clasificación de los charrúas.
Pero esto no termina ahí. En la actualidad, en el “mundo 2.0”, donde todo se ve, todo se dice, las historias continúan hasta que las personas lo decidan. El mundo offline y el online se complementan, se fusionan, haciendo que la línea divisoria sea a veces muy difícil de distinguir. Hoy las redes sociales exponen, dejan en evidencia, impulsan, agrandan.
A partir del minuto 79 de ese partido del mundial, se iniciaron una serie de eventos que terminarían desencadenando en el triste final para el delantero celeste. Las redes sociales se caracterizan por, entre otras cosas, el humor y la ironía. Este tipo de posteos o tweets son los que en general causan más engagement en la audiencia. Y con tal situación en el partido, los chistes, imagenes y videos no se harían esperar, sumándose a la movida varias marcas como McDonald’s o Snickers. En segundos Luis Suárez y su mordisco se convirtieron en Trending Topic (o “tema del momento”) en todo el mundo.
Quizás, en una época sin internet ni redes sociales, esta situación hubiese quedado ahí. Hoy se impone la comunicación, la facilidad de sumarse a un tema y emitir opinión. Las personas crean contenido y le dicen a los medios de comunicación (que están ansiosos por recibir y generar noticias): de esto estamos hablando. ¿Qué sucede entonces? Los medios de comunicación, tanto offline como online, se suman a esta movida, y repiten en 30 ángulos diferentes las imágenes para ver si fue mordisco o no, realizan debates de horas y horas sobre las sanciones que debería recibir el jugador, ponen el tema en las tapas de los diarios, etc.
Pero la historia sigue. Porque toda esta situación pone a una institución como la FIFA en los ojos de todos. ¿Qué va a hacer? ¿Lo va a sancionar? Es lo correcto, opinan algunos. Es injusto, dicen otros. La realidad es que el tema toma tanta trascendencia, que la FIFA no puede hacer oídos sordos. Y, lamentablemente para el país sudamericano, el reglamento se debe cumplir y las sanciones llegan. Por más que haya miles de ejemplos anteriores en los que, ante situaciones similares, la FIFA no optó por tomar la misma decisión, esta vez fue diferente, esta vez el tema tomó una trascendencia mundial en pocos segundos, lo que obligó a la institución futbolera a tomar una decisión en cuestión de un par de días.
El mundo en el que vivimos hoy hace que hasta los temas menos pensados tomen relevancia. La llegada que hoy tienen las empresas, gobiernos, artistas y demás a sus seguidores, hace que más que nunca se deba cuidar el contenido que se genera.
En febrero del año pasado se estaba jugando la final del Superbowl cuando se cortó la luz en el estadio. Un par de marcas, entre ellas la de Oreo, estaban atentas a esas horas de la noche a lo que pasaba, y con su equipo diseñaron una imagen de una de estas galletitas que decía “todavía la puedes remojar en la oscuridad”. En un evento que produjo más de 24 millones de tweets esa noche, Oreo logró lo que nadie: más de 15.000 retweets, por estar en el momento justo (y con un equipo de respaldo mirando todo lo que pasaba). Esto no solo le trajo a la marca viralización en las redes, sino cientos de artículos durante los siguientes días hablando de ese fenómeno. Como consecuencia, en el Superbowl de este año se podía ver a casi todas las marcas haciendo un seguimiento del partido, esperando que alguno de sus tweets cobrara tal relevancia.
El ejemplo contrario lo encontramos nuevamente en este mundial de Brasil. Ante la eliminación de México por parte de Holanda, la cuenta oficial de KLM twiteó una imagen que decía “Adiós amigos” y una imagen del cartel de partidas de un aeropuerto. Esto desencadenó miles de respuestas en contra del tweet, obligando a que, luego de unos minutos, la cuenta de Twitter de la aerolínea lo borrara. Sin embargo, el polémico tema ya se había instalado en las redes sociales, incluso hasta provocando que el actor Gael García Bernal les respondiera que no volaría más en sus aviones, logrando más de 5.000 retweets. Un día más tarde, KLM emitió un comunicado para disculparse, y luego un artículo en su blog comentando lo sucedido y las lecciones aprendidas.
Ejemplos como estos se ven a diario en las redes, algunos con gran repercusión. Hoy gran parte de las decisiones de las marcas, instituciones y políticos se realizan analizando lo que la gente está diciendo en las redes sociales.
Vuelvo al tema de Luis Suárez y la FIFA, y me pregunto: esta masividad en donde las personas crean temas de conversación, en donde expresan sus opiniones y obligan a las instituciones a tomar decisiones, ¿va a conducir a un mundo más justo?