La verdad que después de lo que me tocó vivir estos últimos días no puedo quedarme callada. Necesito contarle a la sociedad lo que pienso acerca de la situación que está atravesando mi querida Argentina, tratando de ser lo más objetiva posible. Uno de los temas que más me preocupa es el enfrentamiento entre argentinos que desgraciadamente este gobierno parece avalar. Gobernar no es fácil y eso lo entendemos todos. Pero una de las herramientas claves a la hora de tomar el timón de un país es el diálogo, práctica que parece olvidada por algunos de los principales protagonistas de esta historia.
Con respecto al reclamo del campo creo que es justo. ¿Es que acaso alguien estaría de acuerdo con una política que exigiera la confiscación del 45% de su sueldo? La gente del campo no es lo que algunos nos quieren hacer creer. Tuve la oportunidad de viajar esta Semana Santa al interior del país y me encontré con varios de los cortes de ruta organizados espontáneamente por los productores. Realmente me sorprendió lo que vi. Gente de trabajo, con las manos y la cara resquebrajadas por el sol, que dejaban de lado los festejos de la Pascua por una causa justa, la defensa de su trabajo. No estoy en desacuerdo con las retenciones, creo que son una manera de construir un política de estado, pero no en estas condiciones, no en la forma abusiva que pretende imponer el gobierno y con la total ignorancia con la que se maneja. En el día de hoy se dijo que el campo vende sus productos a precio dolar o euro y paga sus costos a precio peso. Una afirmación que se encuentra lejos de la realidad ya que no sólo la mayoría de los insumos del campo están dolarizados, como los fertilizantes, sino que además hace mucho tiempo que el productor no vende a precio dólar, porque las retenciones recortan ese precio. Con las medidas tomadas recientemente por el gobierno las ecuaciones del pequeño y mediano productor no cierran y el interior corre peligro de desplomarse. ¿Sabían, por ejemplo, que el campo emplea a más de un tercio de la población del país? ¿Acaso el Ministerio de Economía no se puso a pensar en la repercusión que su decisión tendrá sobre las tasas de desempleo en nuestro país?
Otro tema que me preocupa es el destino de los fondos generados por las retenciones. Cabe aclarar que las mismas quedan en manos del gobierno central y que éste es el encargado de distribuirlas. Nuestro sistema federal esta en peligro y testigo de aquello es el silencio de los gobernadores de las provincias, quienes son elegidos por su pueblo para defender sus intereses y no parecen interpretar correctamente ese rol. Me duele decirlo pero la coparticipación en este país no se establece en función de las necesidades de cada provincia.
Una gota de esperanza me invadió hoy cerca de las ocho de la noche, cuando estaba en la Plaza de Mayo, cantando el himno con otros argentinos que también consideraban que las medidas del gobierno no parecen estar alineadas con el progreso de Argentina. Y ahí estaban presentes muchos sectores de la sociedad, no sólo la “gente del campo”, buscando destrabar el camino de construcción del país que todos queremos. En medio de un reclamo totalmente democrático, la llegada de D´Elia y su hueste logró sembrar el miedo y poner de manifiesto la intransigencia que se vive en el país.
Estoy impresionada, pero no desesperanzada. Todavía creo en nuestra sociedad y en que valores como el respeto por el otro y la libertad de expresión valen la pena ser defendidos. Juntos podemos lograr que Argentina progrese. ¿Ustedes que piensan de toda esta situación?