Estudiantes y educación para la creación de impactos sociales - Parte 2
En mi anterior post comentaba acerca del rol de los ingenieros y cómo no nos forman para solucionar problemáticas de impacto social. Destacaba entonces las oportunidades que se nos presentan con el aumento de la velocidad tanto de transmisión de información, como de transporte físico de personas. Y, aún con muchos problemas por solucionar, el concepto de emprendedurismo comienza a estar “de moda”.
Me gustaría comenzar este artículo con una frase que personalmente me gusta mucho. Para Gerry Garbulsky, emprendedor que escuché en varias oportunidades (entre ellas en el SABF 2012),** un emprendedor es una persona que ve algo en el mundo que no le gusta y que lo quiere mejorar.** Es interesante que él conciba esta idea de “ver algo en el mundo”, porque la realidad de hoy nos muestra que no necesariamente tenemos que resolver problemas en el ámbito donde vivimos, sino que ahora podemos hacer algo por alguien a miles de kilómetros de distancia.
Entonces, la frase de Gerry toma sentido cuando vemos que realmente** estamos relacionándonos con personas de distintos lugares del planeta.**
La imagen previa es de una aplicación de Facebook que muestra dónde viven nuestros contactos. Ese es mi mapa de amigos, y como pueden ver, conozco casi la misma cantidad de gente de Brasil que de Indonesia. Conozco más gente de Nigeria o Japón, que de Perú. Esto, en menor o mayor medida, seguramente nos pase a todos.
Por lo tanto, ahora no sólo podemos conocer las realidades de esas personas, sino trabajar en conjunto con ellas para lograr una transformación. Por ejemplo, hace dos años conocí a un francés que estaba de paso por Argentina en un viaje de un año que incluía 21 países, y que tenía por objetivo conocer y reunirse con emprendedores sociales para lograr realizar proyectos en conjunto.
Dados estos ejemplos y viendo cómo el mundo está transformándose, cambiando de paradigma,*** ¿cómo pueden hacer las actuales y nuevas generaciones para adaptarse a esta realidad y sacarle el mayor provecho? ¿Cómo hacemos para absorber y procesar toda la información de la que disponemos y utilizarla para resolver las dificultades que se presentan en este mundo exponencial?***
En mi opinión** la respuesta está en la educación**: es la que nos forma, la que nos hace pensar, la que nos enseña a cuestionar. Pero a su vez, es difícil encontrar propuestas en los planes de estudio que involucren a los ingenieros en temas sociales. Los espacios generalmente los encontramos fuera de la Universidad, y creo que es sumamente importante poder integrar los contenidos sociales a las currículas de ingeniería.
Y** es fundamental que esta sea una línea de pensamiento** que se desarrolle durante todos los años de formación, no sólo en una materia en particular. Por ejemplo, con la utilización de casos prácticos, en donde se apliquen las herramientas estudiadas en clase pero que, además de hacer un estudio de mercado para el lanzamiento de un shampoo, se analice cómo mejorar la calidad de vida de las personas en un determinado ámbito.
Y algunas de estas cosas ya se empiezan a ver: este año me inscribí en EmprendING, un curso que forma parte de la carrera de Ingeniería Industrial de la UBA, pero que está abierto a cualquier persona, estudiante o graduado, de cualquier especialidad y Universidad. Este curso propone como slogan “¿Querés generar un impacto en tu sociedad?” y grata fue mi sorpresa cuando el primer email que recibí de la cátedra fue con la siguiente pregunta: ***“¿Cuáles son los problemas / desafíos más grandes que enfrenta la humanidad los próximos 30 años?”***. Difícil encontrar algo así en las materias que cursamos todos los días, ¿no?
Sin dudas, la educación es la herramienta fundamental que nos permitirá comenzar a entender cómo funciona este mundo interconectado y cómo desde nuestro rol de ingenieros podemos actuar en pos de una mejora, y para ello me parece necesario:
- Crear redes distribuidas de conocimiento: ante los cambios exponenciales que estamos viviendo, debemos crear bases de información, debemos fomentar la cultura colaborativa. Compartiendo conocimientos se pueden lograr resultados muchísimo más significativos que reteniendo la información para uno mismo e inevitablemente perdiéndola.
- Fomentar el emprendedurismo: esto es imperativo. Se debe comenzar a pensar en las personas no sólo como empleados, sino como emprendedores con grandes ideas que pueden contribuir positivamente a sí mismo, a la sociedad y a las empresas.
- Fomentar los intercambios estudiantiles y culturales: una de las mejores formas de entrenar la capacidad de creatividad de una persona es mostrándole otras culturas, otras formas de vida. El solo caminar por las calles de una nueva ciudad y contactarse con la gente local, definitivamente cambia la forma de ver las cosas.
Considero que todavía las universidades no logran educarnos para resolver problemas sociales. En este sentido, creo que debería comenzar a fomentarse la cultura del emprendedurismo social. Esta nueva forma de pensar las cosas, en donde no sólo se busca el beneficio económico, sino que se persigue un resultado que satisfaga también los objetivos sociales y ambientales, hace que los estudiantes nos encontremos con nuevas alternativas para desarrollarnos profesionalmente. En un mundo que con sus constantes cambios está afectando a la sociedad, las empresas sociales tomarán un rol preponderante, y comenzar a pensarnos como parte de estas organizaciones se tornará cada vez más factible.
En Julio realicé un viaje a Indonesia para participar de un programa de educación alternativa (pueden leer más acá). El programa se centraba en la educación preescolar y primaria, pero los participantes eran estudiantes universitarios, muchos de ellos de ingeniería. En ese país, para graduarse deben realizar dos meses de servicio comunitario en aldeas que apenas tienen electricidad. El año pasado se anunció que los alumnos que ingresen a partir de este año a la Universidad de Buenos Aires, deberán realizar 40 horas de servicio comunitario o educación solidaria relacionada con su profesión para obtener su título. Esto sin lugar a dudas abre un panorama de posibilidades que posiblemente estuviera escondido para la mayoría.
En el próximo artículo, les voy a mostrar algunos ejemplos puntuales de ingenieros realizando acciones de impacto social y los ámbitos en los cuáles los estudiantes podemos adquirir estas herramientas para realizar el mismo camino.