El año pasado, Natalia Kuyumllian, una estudiante Comercialización de 20 años, realizó un intercambio profesional en Brasil a través de la ONG AIESEC Bs As, organización de la cual actualmente forma parte como voluntaria. Hoy nos cuenta cómo fue su experiencia.

AIESEC es la plataforma internacional para estudiantes universitarios y recién graduados que buscan transformarse en agentes de cambio y generar un impacto positivo en la sociedad. Basándose en el concepto de aprendizaje global y buscando el desarrollo personal así como profesional de los jóvenes, la ONG brinda a 10.000 miembros cada año la desafiante oportunidad de vivir y trabajar en otro país. Natalia conoció AIESEC casi por error, buscando trabajo en un portal de empleos. Sin embargo, decidió aplicar, ingresó y al poco tiempo consiguió realizar su tan esperada pasantía en una organización sin fines de lucro de Brasil: ACAO MORADIA.

¿Por qué decidiste hacer el intercambio? ¿Qué te motivó?

Desde que estaba en el secundario quiero hacer un intercambio. Me gustaba la idea de encontrarme sola en un país distinto, conocer otras costumbres, culturas, hablar en otro idioma y conocer cómo eran otros estilos de vida.

¿Qué tipo de trabajo y tareas realizaste?

Trabajé en una consultoría de marketing. La ONG en la que participé se encargaba de enseñar un oficio a personas de bajos recursos y los ayudaba a crear sus propios micro-emprendimientos, y nosotras hacíamos la consultoría de ellos. Trabajé con una chica colombiana, con la que también vivía, e hicimos todo un proyecto de mejoras, tanto en promoción como en producción, para esos emprendimientos.

¿Y cuál fue el shock cultural más importante?

No sé si tuve un shock cultural muy importante, con Brasil tenemos mucho en común. Quizás fue el hecho de que la familia con la que vivía era budista y fue algo con lo que aprendí mucho. Pero también me tocó pasar Navidad con ellos y fue algo raro, aún así estuvo buenísimo. Creo que pasar las fiestas allá fue lo más “chocante”.

¿Qué reflexión te dejó este viaje?

Muchas cosas… Tuve la suerte de no sólo conocer brasileños, sino gente de muchas partes de Latinoamérica. Aprendí que no importa que vivamos a miles de kilómetros, que tengamos costumbres distintas, celebremos las cosas de manera diferente. Hay un patrón común, y es que somos todos humanos. Suena algo raro, pero la verdad es así. Todos tenemos sueños y deseos. Sentimos, nos apasionan y sorprenden las mismas cosas. Puede que todos nos manifestemos de forma distinta, pero no había manera de que no te sintieras identificado con alguna de las personas que conocías y siempre podías aprender algo del otro. Yo terminé mi viaje sintiéndome brasilera, pero también con mucho cariño, respeto y admiración a países como Colombia, Costa Rica y Venezuela, porque aprendí mucho de ellos y ahora les tengo un GRAN APRECIO a sus embajadoras (a mis amigas de allí).

¿Cuáles son tus recomendaciones para aquellos chicos que estén por hacer su
práctica?

Si ya saben a qué país ir, empiecen a averiguar cosas de allí, que hagan contacto con los chicos del comité que los va a recibir y empiecen a conocerlo desde acá. Programen su viaje con días de más con la idea de que puedan viajar y conocer otras regiones, no sólo en la que van a vivir. Y para aquellos que todavía no saben a dónde ir, busquen los países que tienen disponibles y las cosas que les puede dar ese país y cuáles les atraen más. Eso sí, tengan contacto con otros chicos que estén de viaje o que ya hayan regresado, para que les puedan dar ciertos tips. ¡¡¡Son chicos que ya pasaron por eso, y están llenos de recomendaciones que les pueden ser muy útiles!!!

¿Qué dirías para convencer a los jóvenes a que se animen a irse y vivir una gran
experiencia?

Lo que digo siempre en las charlas: es la mejor manera que tienen de cambiar sus vidas, de crecer como personas y como profesionales. Tu visión se hace mucho más global, y ayudás a que la visión de otros también lo sea. Es una experiencia que mueve toda tu estantería y cambia tu vida para siempre, con amigos nuevos, familias nuevas y hogares nuevos.

Esta fue la experiencia de Natalia. Si querés desafiarte, conocer otras culturas, aplicar los conocimientos aprendidos en la facultad y superar tus límites, no dudes en contactar a AIESEC. Una experiencia única te está esperando.

Para más información visita su página web o envía un email a info.bsas@aiesec.net