*Este artículo fue escrito por Emmanuel Bernales Basaez. Emmanuel fue participante del SABF 2008 y también delegado. Le agradecemos enormemente por su contribución que refleja cómo es la situación por la que está pasando Chile debido al terremoto. Al final del artículo podrán encontrar información para hacer donaciones.
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Han transcurrido más de 96 horas desde que la Ciudad de Concepción y Talca se vieron sacudidas por un terremoto de magnitud 8,8º escala Richter, un sismo que duro 2:49 minutos y agitó la tranquilidad de cuatro millones de chilenos…

En pleno movimiento telúrico y embargado en sentimientos de miedo, desesperación y tristeza, las únicas imágenes que se te vienen a la mente son las de tus seres queridos y la posibilidad de que estos estén vivos o muertos. Durante los siguientes minutos todos los chilenos nos volcamos a las calles a buscar a amigos, familiares, vecinos y cualquier persona que necesitare escapar. La ciudad completamente a oscuras, las líneas telefónicas saturadas y el riesgo inminente de destrucción de edificios, casas y colegios envuelven la ciudad.

Pronto, las radios de los vehículos comienzan a informar que la oficina de sismología de Estados Unidos registra un terremoto en Chile de magnitud 8,8º cuyo epicentro era Cobquecura una pequeña localidad al norte de Concepción, limítrofe entre la VII y VIII región. El terremoto se percibió a más de 2000 Km. de distancia, ningún chileno se imaginaba que la naturaleza nos sacudiría con tanta fuerza…Chile de a poco se venía abajo…

Las horas fueron pasando y el grado de destrucción comenzaba a manifestarse con los primeros rayos del sol …la devastación no puede calcularse… el sismo y posterior Tsunami que arrazo con las costas de Concepción, Isla Juan Fernández, Constitución, Iloca, Curanipe, Duao, Pelluhue y Talcahuano, era reportado tardíamente por el servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile. Afortunadamente la población escapo de manera preventiva hacía los cerros más cercanos, de lo contrario, el numero de víctimas fatales hubiese sido incalculable, la desesperación y el pánico reinaban por todas partes, olas de 15 metros se encargaron de hacer desaparecer comunas y depositar transbordadores y embarcaciones de gran tonelaje en las calles céntricas de la ciudad, pero pronto vendría otro terremoto…

A los pocos minutos comenzaban a darse las primeras cifras de fallecidos, eran 70, unas horas más tarde ya eran 500, cinco días después, la cifra es de 802 muertos, el numero de afectados de manera directa por el terremoto es de tres millones de chilenos, pero pronto vendría otro terremoto…

El sábado 27 de Febrero Chile se mostraba al mundo como un país víctima de una catástrofe natural sin dimensiones, reportes de medios de prensa Internacional señalaban que la calamidad natural ocurrida en las costas de la VII y VIII región, solo podía equipararse a desastres naturales como el dejado por el huracán Catrina, sumado a un terremoto que libero 50 veces más fuerza que el ocurrido en Haití, pero pronto vendría otro terremoto…

Más de 100 replicas de 3º a 7º en escala Richter ocurridas en 96 horas desde el momento exacto del siniestro, continúan sacudiendo la zona central del país.
Chile está temblando, con un encono profundo, es un acabo de mundo, lo que yo estoy presenciando, a Dios le voy preguntando, con voz que es como un bramido, por qué mandó este castigo, responde con elocuencia “Se me acabó la paciencia y hay que limpiar este trigo” (Violeta Parra)

La población sale a dormir a la calle y pronto se comienzan a manifestar las primeras carencias de agua y alimentos. El miedo de ser víctimas de una replica, atormentaba a toda la población, pero pronto vendría otro terremoto…

En la ciudad de Concepción la situación se comienza a volver insostenible, el saqueo de bienes, sumado a la escasez de alimentos comienzan a manifestar la cara más oscura de la población penquista. La falta de electricidad, agua potable y comida, es la escusa que grupos de delincuentes arguyen para “saquear-robar”…el chileno comenzaba a mostrar su faceta más oscura, el pueblo que se destacaba por su solidaridad y compromiso con las tragedias, comenzaba a saquear negocios, supermercados y tiendas departamentales… el segundo terremoto un terremoto “social” comenzaba…

Nadie puede justificar el robo de lavadoras y plasmas para sobrevivir a esta catástrofe, estas minorías delictuales saquean las casas de sus propios vecinos, esta conducta inexplicable y aberrante necesitaba ser controlada. El epicentro de este segundo terremoto “social” radicaba en Concepción, pero pronto se extendería hasta Talca.

El segundo terremoto, el “social” debía detenerse, para eso el gobierno de turno decide declarar estado de excepción constitucional, la medida que faculta a la Defensa Nacional a tomar el control de la población, fue aplicada en la VII y VIII región, con esto se faculta a limitar ciertos derechos constitucionales como la libertad de circulación. De alguna manera el orden debía reestablecerse en la población, de alguna manera debíamos volver a retomar la cordura, de alguna manera estos delincuentes debían ser detenidos.

Poco a poco Chile comienza a recibir la ayuda Internacional, países como Argentina, Brasil, Perú y Estados Unidos, son los primeros países que envían teléfonos satelitales, hospitales de campaña y personal medico, es así, como la cooperación de los países vecinos comienza a manifestarse.

Transcurridos 5 días desde el terremoto, Chile el país acostumbrado a ser embestido por catástrofes naturales, comienza a manifestar los primeros signos de recuperación, el restablecimiento de insumos básicos junto al reestablecimiento del orden social, empiezan a consolidarse.

Chile el país elogiado por la conducción de su economía y democracia, comienza a ponerse de pie…
Chile el país que se caracteriza por su humildad y pragmatismo, comienza a pensar en superación…
Chile el país de laboriosidad prototípica, comienza a levantarse con fortaleza…
Chile, comienza…

Emmanuel Bernales Basaez

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***En esta nota **del diario La Nación podes encontrar información sobre las organizaciones que están brindando ayuda a Chile. Podés donar desde dinero hasta medicamentos, frazadas, ropa y alimentos. *

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