La inflación, problema resuelto
Las discusiones y palabrerías que giran en torno a la inflación abundan y redundan. Muchos debates que hace tiempo fueron superados vuelven a aparecer en escena como si fuesen novedosos o problemáticos (…que no está claro si la inflación es tan mala, que es difícil determinar qué niveles son peligrosamente altos, que aún no se sabe cómo combatirla/prevenirla, etc., etc.) Pareciera entonces que hay un problema en la teoría económica, que aún no logró dar respuestas a estas y otras preguntas en torno a la inflación.
Sin embargo, si recorriésemos las discusiones económicas que se suscitan actualmente en cualquier universidad o banco central del mundo, nos encontraríamos con que este tema no figura en ninguna mesa. Así es, en ningún país del mundo se está discutiendo las causas de la inflación ni se piensa la posibilidad de que inflaciones altas puedan traer consecuencias favorables para la economía (para evitar ambigüedades, digamos que al menos no hay duda de que una inflación que alcanza 2 cifras es alta y peligrosa).
Y no es que no se discute porque es un tema menor, o que carece de relevancia. Más bien al contrario, todos tienen muy claro que el fenómeno de la inflación es un tema muy importante para la economía de cualquier país. Simplemente* nadie lo discute porque es un tema que ya fue superado.*
Así de simple***, ¡el problema de la inflación ya fue resuelto!***
Resolvimos la inflación.
Recién lo escucharon –lo grité-, pero quiero repetirlo una vez más. Afortunadamente, luego de largos años de estudio y experiencias de todo tipo,* la ciencia económica logró dar respuesta al problema de la inflación. Lo superó, lo resolvió. Punto y aparte.*
De hecho es posible que la problemática en torno a la inflación sea el caso de mayor éxito de la ciencia económica en su conjunto, tanto a nivel teórico cómo práctico.
Con esto quiero decir que no sólo conocemos las distintas variables y mecanismos que afectan al fenómeno de la inflación, sino que también sabemos cómo evitarla, cómo prevenirla, e incluso, si fallamos en eso, hasta sabemos cómo combatirla.
Por eso no es de sorprendernos que en 2013 sólo haya habido 5 países en el mundo con una inflación por encima del 20% (Venezuela, Irán, Sudán, Malawi, Argentina), y un total de diez que superan el 10%. Así como lo escucharon, **¡sólo hay 10 países en el mundo con inflación de 2 dígitos! **(y por favor fíjense de qué países estamos hablando).
Obviamente no es por capricho que ningún país quiere convivir con altas inflaciones. Ni es por capricho que la teoría económica le haya dedicado tanta relevancia al estudio de esta temática. En realidad sucede que sabemos cómo enfrentarla porque sabemos los grandes costos que trae aparejado: desigualdad, injusticia, pobreza, pérdida del poder de compra de los salarios, apreciación del tipo de cambio real, desconfianza en la moneda, etc, etc.–. Enormes costos en comparación a los despreciables beneficios que ofrece: un mayor nivel de empleo en el corto plazo, que para sostenerlo requiere de niveles de inflación exponencial, insostenible en el tiempo.
En pocas palabras…
Dejemos asentado lo siguiente:
- Sabemos que la inflación trae consigo enormes desventajas tanto en términos de eficiencia como en términos de equidad.
- Está demasiado estudiado que altas inflaciones son muy muy perjudiciales, al punto tal que todos los países ven con mucha preocupación cuando la inflación comienza a acercarse a niveles cercanos al 10% (en realidad los Bancos Centrales se preocupan cuando la inflación se aleja de la meta de inflación que habían establecido, pero insisto en el 10% como punto de quiebre al que seguro nadie quiere acercarse)
- Contamos con un gran herramental de conocimiento práctico que fue desarrollado en pos de evitar y resolver este problema (¡y a costos muy bajos!), constatado con el gran éxito alcanzado por cualquier país que se ha propuesto evitarla, o en su defecto combatirla.
No sigamos buscando problemas donde no los hay. La economía ya cuenta con suficientes otros problemas que sí le son propios, pero en este no hay vuelta que darle. Simplemente sucede que la inflación es un tema que la ciencia económica ha logrado resolver. Quizás sea uno de los pocos, pero tema solucionado al fin. Punto.