El movimiento Sandbox
Esto es, ya llegó y se dio a conocer de manera ejemplar. El movimiento Sandbox, la red internacional de jóvenes innovadores que están cambiando el mundo, comenzó sus actividades desde el hub de Buenos Aires con una presentación de gran impacto. El Festival de Innovación Joven, que reunió a ocho disertantes de menos de 30 años que están “cambiando al mundo con sus ideas”, fue la carta fuerte para congregar a más de 800 personas a participar de su propuesta.
La línea de oradores que se presentaron era de primera. Desde países tan diversos como India, Estados Unidos y Brasil, los planteos que ofrecieron cumplieron la promesa que Diego Golombek, el investigador del CONICET, que ofició de presentador de lujo de este evento, hizo al comienzo: “Lo que van a escuchar les va a volar la cabeza”.
Fueron cuatro los paneles temáticos que pautaron los organizadores: Innovación, Ciudades Inteligentes, Educación y Emprendimientos. Los embajadores en Argentina de la red, Tomás Fuentes Benítez y Franco Amorosi (ambos ex-participantes del SABF), introdujeron los conceptos con la clara convocatoria a “empezar el cambio hoy”. Los integrantes de Sandbox son jóvenes que están haciendo grandes cosas en sus países y el mundo, pero como destacaron desde el escenario los presentadores, la audiencia misma estaba compuesta por cientos de personas con la misma motivación y gran potencial.
El primero en tomar el escenario fue el inglés Nathan Miller, consultor en creatividad y gestor de Kano, la computadora que chicos de siete años pueden armar a partir de un kit y que en Kickstarter se convirtió en la iniciativa de educación que más recaudó en un mes. El concepto de su charla fue claro. La creatividad, para ponerse en marcha, requiere que observemos el mundo, nos inspiremos y creemos. ¿La clave? Aceptar que copiar es una actividad innata del cerebro humano. Toda creación se inspira (buen eufemismo) en la realidad, en creaciones ajenas, en lo que nos rodea. Por supuesto que es importante sumarle esa dosis de pasión y motivación para interpretarlo en algo que lo supere.
Luego fue el turno de Kalsoom Lakni, quien desde Pakistán lidera Invest2Innovate, una aceleradora para emprendimientos que buscan el impacto social, y que ya se convirtió en una comunidad de gente comprometida con mejorar las condiciones del país. Luego de varios ejemplos dejó en claro la idea de que todos, cualquiera sea el contexto, pueden liderar actividades transformadoras.
Luego del panel de innovación, uno de los sandboxers argentinos, Patricio Gigli, presentó al de Ciudades Inteligentes. Teniendo en cuenta que las ciudades aún no han dejado de lado su principal promesa de mejorar las vidas de sus habitantes, repensarlas en su actual dimensión se torna imperioso. El parisino Rand Hindi, especialista en el análisis de data, defendió su uso para diagramar y proyectarla estructura de las urbes de acuerdo a las necesidades de su gente. Tia Kansara, en tanto, invitó a pensar cómo queremos que nuestras ciudades reciban el 2050. El objetivo es disminuir radicalmente las emisiones de gases, el camino: limitar al máximo el uso del automóvil y otros agentes contaminantes. Requiere de una gran inventiva y planificación, pero, ¿no es realmente revolucionario pensar en ciudades tan estratégicamente diseñadas?
La educación es una de las prioridades de trabajo de los sandboxers, y Paula Coto (también ex-participante del SABF) fue la encargada de introducir la temática. Al fin y al cabo, son fuertes las transformaciones que están viviéndose fuera y dentro de las aulas, por lo que no queda más que reflexionar acerca de cuáles son las opciones que más eficientes resultan para preparar a los alumnos con herramientas para enfrentar esa realidad.
Fueron dos los oradores que ofrecieron al auditorio un panorama de sus experiencias: Matt Brimer y Léa Peersman Pujol. El primero, llegado desde Nueva York, comentó el camino que lo llevó a fundar General Assembly, una plataforma de enseñanza online de habilidades “del siglo XXI”- especialmente, tecnología, diseño y negocios. Desde una temprana oportunidad de vender muebles online hasta esta iniciativa que está alcanzando a miles de estudiantes desde nueve campus en distintas partes delmundo, Brimer recalcó la importancia de Internet y cómo debe ser aprovechada en diferentes sentidos, especialmente en educación. Léa Peersman, también parisina y creadora de la Escuela de Filantropía, se explayó acerca de la estrategia que idearon para inculcar en los chicos actitudes solidarias y proactivas.
Para hablar sobre emprendimientos, Demián Brener fue el local encargado de destacar la revolución que supone poder comenzar un negocio usando a la internet como aliada. Kaushal Dugar, desde la India, fue entrevistado por la sandboxer de Buenos Aires Haley Cohen, para explicar cómo hizo para plantear el negocio milenario del té de una manera novedosa, irrumpiendo con TeaBox en uno de los mercados más tradicionales de su país con un producto de buena calidad y con una importante demanda. El recorrido no dejó de lado valiosos consejos para los jóvenes emprendedores, desde cómo aprender a ser jefe y responsable del negocio full life, hasta la importancia de tener valores firmes e imprimirlos en la empresa de una manera coherente.
Bel Pesce, de San Pablo, Brasil, fue la última sandboxer en tomar la posta, luego de la presentación que Mariano Mayer, director de Emprendedores del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, hizo sobre las políticas que están llevando a cabo para fortalecer el ecosistema local. Pesce relató cómo su extraordinaria determinación la llevó a estudiar en MIT, formar parte de equipos súper competitivos, y luego volver a su país a desarrollar FazINOVA, una red que conecta a emprendedores en Brasil para acelerar su potencial.
Para los integrantes nacionales de Sandbox, el evento fue una apuesta fuerte, como explicó Paula Coto: “Haber presentado la red es muy importante por varios motivos, principalmente para demostrar que en Argentina hay muchos jóvenes que están yendo en contra de aquellos mensajes desalentadores que subestiman nuestra voluntad. Es muy feo ser joven y sentir que no hay un futuro muy claro, pero es lindo saber que como no lo es, lo podemos crear. La idea es demostrar que hay ideas dando vuelta y que aquellos que están buscando cambiar la realidad sepan que no están solos. Ese es el objetivo de Sandbox y del evento en particular: generar contacto entre todos, público y oradores, y un espacio de discusión y de debate libre donde la gente se reúne y se crea la magia. Creo que lo logramos”.
Franco Amorosi, por su parte, destacó que en este evento “la gente misma fue el mensaje. Muchas personas que participaron están haciendo cosas importantes y que estén acá es motivador”. “Aunque lo esperaba, me sorprendió ver tantos SABFers entre la audiencia, lo que demuestra la relevancia de la comunidad que genera esta conferencia alrededor de sí mismo. Las personas que uno conoce en el SABF permiten que uno siga creciendo más adelante”, comentó, resaltando que fue aquí que conoció a Tomás Fuentes Benítez, con quien comenzó a planificar la llegada de Sandbox a Buenos Aires.
Cada año se reabre la convocatoria para ser uno de los diez nuevos integrantes del hub. Luego de septiembre, están invitados a postularse en cualquiera de las diez categorías que la red admite, que supone una aplicación particular pero sin requisitos especiales. Para conocer las novedades de la red, se puede seguir sus cuentas en Facebook y Twitter.