El costo ético de la tecnología
La cuestión de lo correcto e incorrecto nunca es blanca y negra, y el público general asocia la cuestión de la ética en la misma categoría. Si buscas en Google “correcto e incorrecto”, el buscador automáticamente genera “ética correcta e incorrecta”. No hace mucho tiempo alguien me preguntó, “¿Cuál es la diferencia entre la moral y la ética al tomar decisiones?”. Según el Diccionario de Oxford, *ética *es “el conjunto de principios morales que gobiernan el comportamiento de una persona o de un grupo de personas” y *moral *es “el conjunto de normas de comportamiento o de creencias que una persona tiene acerca de lo que ésta considera aceptable o no hacer”. Después de investigar sobre este tema llegué a la conclusión que la moral cambia la ética. La ética es la derivada de la moral. Cuando la tecnología es introducida a la cuestión ética, se agrega una nueva dimensión a analizar.
Mientras escribía sobre este tema, me preguntaba sobre el costo de cada búsqueda que realicé en Google para buscar información. Actualmente, cada vez que el público usa Google, acepta entregar información a ese buscador para que sea la utilizada para algún fin comercial. No puedo recordar el número exacto de búsquedas en Google que hice hoy, pero estoy seguro que fue más de cincuenta. Si cada vez que lo utilizo Google almacena información sobre mi búsqueda, ubicación, idioma, enlaces en los que haya hecho click, tiempo permanecido en cada enlace, y quién sabe qué más; eso me hace un cliente valioso. Lo más interesante es que estoy completamente de acuerdo con esto, porque acepto utilizar este servicio gratis a cambio de mi información. Encuentro fascinante que mi información sea, en su propia manera, un tipo de moneda. No sólo mi información concreta es valiosa, sino que mis opiniones proveen otro conjunto de información. Incluso si mis opiniones cambian luego de un mes, mi opinión en ese instante ayuda a crear información que alguien encontró valiosa.
La monetización de la información no es un concepto nuevo, pero tratar de tener derechos sobre *información *natural es un problema ético de acuerdo a todos los nueve jueces de la Corte Suprema de los Estados Unidos. Hace casi un año, una compañía basada en Utah, llamada Myriad Genetics, trató de patentar derechos sobre los genes humanos. A mi parecer, este es un concepto raro ya que el ADN humano está en el plano de nuestras vidas, y tratar de patentar algo con lo que todos los humanos nacemos es extraño. Este caso fue llevado a la Corte Suprema de los Estados Unidos y el fallo fue un voto unánime declarando que los genes humanos no son patentables.
Para mí es duro pensar sobre la ética tecnológica sin considerar el suministro de energía en el futuro, el cual considero que estará garantizado por la energía renovable. Me pregunto en cuánto tiempo las energías renovables podrán satisfacer la creciente demanda energética mundial de hidrocarburos. De acuerdo a la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés), actualmente los hidrocarburos constituyen el 85% de la demanda mundial energética; se predice que para el 2035 este porcentaje no será menor al 70%. Yo creo que la energía renovable está llegando, y mientras tanto los hidrocarburos deben suministrar la demanda global. La mala noticia es que ya no existe el “petróleo fácil”. En los últimos diez años, las compañías energéticas han gastado 400% más en costo de exploración, pero sólo viendo un 15% de aumento en su producción. Estos inconvenientes están llevando a la industria a la búsqueda de nuevos métodos, que pueden provocar la preocupación de personas fuera de la industria que no entienden completamente la ciencia que hay detrás.
Desde opiniones políticas, acciones médicas, hasta preocupaciones sobre la seguridad energética, nuestra moral es manipulada en base a factores de exposición ambiental. Esta exposición consiste en creencias religiosas personales, ubicación geográfica, ocupación, estado financiero, y familia. Una vez que nuestra moral ha sido establecida, se da paso a una forma integrada de nuestra mentalidad autónoma en la cual nuestras decisiones son casi acciones involuntarias.** Nos inquieta que nuestra moral sea desafiada por las normas tecnológicas**, pero esto podría tener sus beneficios. Nuestras opiniones éticas como sociedad influencian nuestra moral, o nuestra visión sobre qué es aceptable y qué debe ser rechazado. Varios tipos de medios de comunicación en el mundo se han hecho más fáciles de leer, ver y compartir. La exposición a esta información está rompiendo límites éticos previamente existentes. La información es poder, pero qué información es buena o mala es una zona gris.
Bueno esto, mi amigo, es donde reside la belleza de nuestra diversidad;** nuestra moral deberá desempeñar un papel**.