Hay pueblos que valoran la educación, la ética del trabajo, el ahorro y la inversión por encima de otras virtudes. La organización y la disciplina son causas de su buen progreso como sociedades. Este pensamiento puede parecer etnocentrista. Pero no se trata de eso, sino que es un mensaje para tomar conciencia sobre la distancia de Argentina con respecto a otros pueblos.

A continuación citaré valores que para Lawrence Harrison distinguen las culturas progresistas de las estáticas. La primera es el**enfoque en el tiempo futuro**, ¿con cuánta frecuencia líderes políticos “construyen” desde el pasado histórico? La siguiente actitud es el trabajo, que no sólo genera recompensas financieras sino respeto por las personas, ¿algunos políticos no buscan quitarle la dignidad a ciertos sectores, no sólo no permitiendo el acceso a fuentes de trabajo sino aumentando la cultura del mínimo esfuerzo? La educación y el mérito en este proceso es clave, en cambio, en las sociedades estáticas lo verdaderamente importante son las familias y los contactos que uno tenga para progresar.

El código de ética, la justicia y el juego limpio que condenan la corrupción son mentalidades de las sociedades progresistas, ¿qué ocurre aquí?

Para ir concluyendo, no pretendo ser fatalista ni pesimista y tengo la convicción de que muchas personas quieren transformar la sociedad Argentina, pero de eso se trata, de un colectivismo que se cambia de abajo hacia arriba y no al revés. Por eso** para cambiar, no sólo sirve no hacer lo mismo que antes, sino, saber hacia dónde vamos.**